Engordar por falta de vitamina D

¿La falta de vitamina D engorda?

Cansancio, dolor óseo, tristeza, mayor propensión a las infecciones, … el déficit de vitamina D se asocia con muchos síntomas, entre ellos todos los que acabamos de enumerar. No se trata de un fenómeno aislado: según un estudio publicado en la Revista de Osteoporosis y Metabolismo Mineral y que refrenda otra investigación publicada por British Journal of Nutrition en 2014, alrededor de un 88% de la población mundial sufre falta de vitamina D. En nuestro país, este déficit se sitúa en el 50% entre los 16 y 60 años, y supera el 85% a partir de los 65.

 

Pero, ¿cuáles son los problemas asociados a esta carencia y cuáles son sus causas? ¿Es cierto que la falta de vitamina D engorda? ¿Con qué otros problemas de salud o enfermedades se asocia?

¿Por qué la falta de vitamina D engorda?

El déficit de vitamina D puede deberse a diferentes factores, entre los que destacamos:

  • No recibes suficiente exposición luz solar, que es el principal mecanismo para obtener vitamina D.
  • Tienes algún problema en la piel que dificulta la absorción de la vitamina.
  • No consumes suficiente vitamina D en tu dieta. Aunque su principal fuente es el Sol, algunos alimentos como pescados grasos (atún, salmón, caballa, etc.), hígado de res, hongos, queso o yema de huevo son muy ricos en este nutriente. También hay productos específicos como el zumo de naranja, la leche o el yogur que pueden estar enriquecidos con vitamina D.
  • Tienes algún problema en los riñones o en el hígado que impide que actives de manera natural la función de la vitamina D para la absorción del calcio.
  • Tomas algún medicamento que interfiere en la capacidad de tu cuerpo para absorber la vitamina D.

 

Estas son las principales causas de la falta de vitamina D, pero ¿por qué se dice que la falta de vitamina D engorda?

 

Para empezar, la vitamina D no funciona como una vitamina normal. Es una hormona esteroidea neuroreguladora que tiene influencia en todos los genes y cuyo déficit afecta a multitud de enfermedades de origen cardiovascular e intestinal (por ejemplo, el colon irritable).

 

Algunos estudios confirman que los niveles bajos de vitamina D se asocian con un aumento de la grasa corporal y con una mayor predisposición a la Diabetes Mellitus tipo 2,  que se relaciona con la obesidad. Las personas con déficit de vitamina D también tienen tendencia a acumular grasa alrededor del abdomen y, por lo tanto, a un aumento de peso más rápido.

 

Aún así, no está claro si la falta de vitamina D hace engordar o si su déficit es una consecuencia de la obesidad, ya que ambas opciones son posibles. En todo caso, las causas que pueden explicar que la falta de vitamina D engorde son:

 

  • Según la OMS, la obesidad es un estado proinflamatorio. Debido a que la vitamina D participa en el sistema inmune (su carencia se asocia con la aparición de infecciones) y ayuda a reducir la inflamación, es posible que su déficit tenga un efecto “sinérgico” con la obesidad.
  • La baja concentración de vitamina D pueden afectar a las hormonas del apetito, provocando un aumento de hambre y una mayor tendencia a almacenar grasa. En condiciones normales la leptina, una hormona que produce el tejido adiposo, disminuye el apetito. Los niveles bajos de vitamina D influyen en la producción de esta hormona y provocan que no disminuya el hambre a pesar del aumento del tejido graso.
  • La vitamina D es liposoluble. En las personas con obesidad la vitamina D queda atrapada en los depósitos de grasa y eso dificulta que realice su función.

 

¿Cuál es la cantidad de vitamina D recomendada?

 

La cantidad de vitamina D diaria recomendada depende de la edad. Durante el primer año de vida es de 400 IU, mientras que en la infancia, adolescencia y edad adulta es de 600 UI. A partir de los 71 años, se recomienda aumentar su consumo (hasta 800 UI) debido a los problemas de densidad ósea asociados a la edad.

 

De la misma forma, algunos grupos de riesgo como embarazadas y mujeres que dan el pecho, personas con problemas renales o hepáticos, personas de piel oscura, personas con osteoporosis o personas con hiperparatiroidismo (exceso de la hormona que controla el el nivel de calcio en el cuerpo) deben consultar a su médico sobre la cantidad de vitamina D que necesitan y sobre la posibilidad de tomar suplementos.

 

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¿Pasa algo si consumo demasiada vitamina D?

Aunque es poco probable tomar demasiada vitamina D,  su consumo en exceso podría provocar un aumento de la producción de testosterona, que promueve el desarrollo muscular. Esto, unido a que la vitamina D contribuye a una mayor densidad ósea, puede provocar que una persona con demasiada vitamina D experimente un aumento de peso. Así que, aunque la falta de vitamina D puede engordar, un aumento de su consumo no ayuda a adelgazar.

 

Además, y como ocurre con otros nutrientes, la vitamina D en exceso puede tener efectos negativos para la salud. Los más graves son latido del corazón irregular y niveles de calcio en sangre altos, lo que puede dañar los riñones, los vasos sanguíneos e incluso el corazón.