suplementos de vitamina d

¿Suplementos de vitamina D o adquisición natural? Te contamos qué es mejor.

Hay muchos estudios recientes que dejan clara la relación entre la vitamina D y una buen salud. Y es que esta vitamina favorece a que el calcio se fije de manera correcta en los huesos, por lo que ayuda a prevenir la osteoporosis, y es también pieza clave para mantener una buena salud día a día.

 

Esta hormona, a la que conocemos como vitamina pero que es una hormona, actúa como vínculo entre distintos procesos que ocurren en nuestro organismo.

 

Llegados a este punto, y ya sabiendo la importancia de esta hormona, debemos plantarnos si estamos llevando una dieta que contenga suficientes niveles de esta vitamina o si vamos a necesitar suplementos de vitamina D. En este artículo hablaremos de si estos suplementos son necesarios o no.

 

Por qué a nuestro cuerpo le falta vitamina D

 

Llevar una dieta equilibrada nos asegura un nivel de vitaminas excelente pues en los alimentos se encuentra la principal fuente de los mismos. Aunque hay una excepción, que es la vitamina D y es que sólo podemos encontrarla en un 10% de los alimentos que consumimos. Por ello, la población tiende a tener una deficiencia de la misma.

 

La vitamina D tiene su mayor fuente en nuestro cuerpo. Es nuestro organismo el encargado de producirla en un 90% gracias a, entre otras cosas, nuestra piel. Gracias a la exposición al sol conseguimos crear la vitamina D. Esta exposición debe ser siempre controlada y para saber cómo hacerlo ya existen en el mercado aplicaciones de fácil uso que nos ayudan a exponernos al sol el tiempo justo para que nuestro cuerpo produzca esa hormona tan necesaria.

 

Tenemos la suerte de vivir en un país con un buen clima, de manera general, y podemos disfrutar de sol casi todos los días. Pero aún así, los españoles tendemos a tener una carencia de vitamina D. ¿A qué se debe?

 

Por nuestras rutinas de trabajo o de vida tendemos a estar dentro de algún espacio al que no llega el sol. Sí que llega la luz solar pero no podemos beneficiarnos de los rayos del sol. Además, factores como la edad también entran en juego. Y es que a partir de los 50 años nuestra piel ya no puede procesar de la misma manera el sol y por lo tanto produce menos cantidad de vitamina D.

 

Es importante recordar llegados a este punto, que la exposición solar recomendada es de 15 minutos al día. Con SunQuiet, aplicación de la hablábamos antes, podremos aprovechar al máximo los días de sol en invierno.

 

5 pistas para saber si te falta vitamina D

 

Lo mejor es que nos hagamos un análisis médico pero con estas 5 señales podremos anticiparnos.

  • Sentimiento de tristeza. La serotonina aumenta también gracias a la exposición al sol por lo que una falta sol podría relacionarse con ese sentimiento de tristeza.
  • Peso elevado. Si tenemos un peso algo elevado debemos tener en cuenta que la vitamina D tienda a almacenarse en los tejidos más grasos, por lo que no podremos procesarla.
  • Dolor en los huesos. Si nos sentimos fatigados y con dolor de huesos puede ser porque tenemos una deficiencia de vitamina D.
  • Sudor en la cabeza. Si sudamos excesivamente por la cabeza también será una señal de que necesitamos hacernos unos análisis y empezar a cuidarnos.
  • Piel oscura. Las personas de piel oscura necesitan una exposición mayor al sol para producir la misma cantidad que una persona de piel clara.

Alimentación o suplementos de vitamina D

 

Aunque sea en poca proporción, esta vitamina también puede encontrarse en ciertos alimentos. Y estos alimentos son:

  • Pescados grasos: como el arenque o el salmón. Pero también lo encontramos en el aceite que se hace con el hígado de pescado.
  • En las carnes: aunque en menos proporción que en los pescados.
  • Huevos: en la yema del huevo para ser exactos.
  • Champiñones: crecen expuestos al sol por lo que acumulan vitamina D.
  • Leche y sus derivados: la cantidad de vitamina que contienen es muy pequeña pero no por ello menos importante.

 

Los suplementos de vitamina D pueden llegar a ser una buena opción para todas aquellas personas que por su dieta no puedan obtenerla de otra manera. Siempre debemos acudir a un especialista y sólo esta persona podrá aconsejarnos en cuanto al uso de suplementos o de alimentos enriquecidos con vitamina D. Nunca será una decisión que tomemos por nuestra cuenta.

 

Por lo que, podemos empezar por aumentar nuestra exposición moderada al sol para exprimir al máximo todas las posibilidades naturales que tenemos a la hora de crear esta hormona. Sólo tras visitar un médico, y siguiendo su consejo, debemos utilizar complementos de vitamina D para alcanzar la cantidad adecuada de esta hormona. Resumiendo: primero exposición al sol moderada y dieta equilibrada. Suplementos sólo si lo aconseja el médico.