tomar el sol en invierno

¿Por qué es importante tomar el sol en invierno?

….. y es que sigo enamorado de la luz en Invierno….  Dice Hilario Camacho en su preciosa canción Sol en Invierno. En efecto, tenemos que seguir amando los rayos de sol en esa época del año. Se desea con más intensidad todo aquello que, sabiendo que es bueno para nuestra salud, nos cuesta mucho obtenerlo.

Las horas de luz se reducen ostensiblemente en invierno. Nuestro estilo de vida se caracteriza por levantarnos temprano todavía de noche, ir a trabajar durante horas en espacios cerrados y volver a casa nuevamente con luz artificial en las calles. Esperamos el fin de semana para relajarnos, descansar y por qué no, buscar el aire libre, la naturaleza y los rayos de sol en nuestro cuerpo.

 

Luz solar en invierno: bienestar y salud

Existen múltiples evidencias científicas que vinculan de manera directa la ingesta de radiación solar en invierno con nuestro bienestar y salud.

 

La Academia Española de Dermatología y Venerealogía AEDEV asegura que el sol es imprescindible para sintetizar la vitamina D que permite fijar el calcio en nuestros huesos y dientes de manera optimizada para su mejor resistencia y fortaleza.

 

Además, mejora de modo significativo la respuesta muscular de nuestro aparato locomotor, reduce nuestra presión sanguínea optimizando el funcionamiento del sistema circulatorio, el sistema inmunológico se ve fortalecido gracias a las radiaciones solares. También las infecciones respiratorias disminuyen drásticamente y el estado de ánimo y emocional mejora cuando nos exponemos al sol.

 

Beneficios de tomar el sol: investigaciones desde antes de cristo

Ya en el siglo V, antes de Cristo, los egipcios construían grandes terrazas para tomar baños de sol porque sabían que de esta manera evitaban o retrasaban la aparición de enfermedades de los huesos, que hoy llamamos artritis reumatoide.

 

Lo que además no sabían en la antigüedad es que el sistema circulatorio se beneficia de manera sustancial. Según la Sociedad Europea de Investigación Dermatológica, la Universidad de Edimburgo confirma que la luz del sol favorece la creación de Oxido Nitroso NO, a través de un transmisor químico liberado bajo la piel que por la acción de los rayos ultravioletas pasa al flujo sanguíneo, dilata los vasos y arterias, y reduce la presión sanguínea con la consiguiente reducción de problemas coronarios graves.

 

Tomar el sol en invierno: recomendaciones

La Organización Mundial de la Salud OMS, recomienda en invierno tomar el sol para sintetizar la vitamina D durante 20 o 25 minutos con el 20% del cuerpo expuesto que corresponde a cara, cuello, brazos y pies, al menos 2 o 3 veces a la semana. De esta manera todos los efectos beneficiosos asociados a la ingesta solar repercutirán en nuestro organismo.

Son como vemos, múltiples y representativos los beneficios que las radiaciones solares nos aportan: 

 

  • Nuestros huesos y dientes se fortalecen.
  • Los sistemas musculares, circulatorio, respiratorio e inmune responden funcionando mucho mejor.
  • Nuestra piel, estado de ánimo y sueño también se benefician.  

 

Protección solar todos los meses del año

No debemos dejar al margen la protección, que incluso en las épocas invernales debemos tener en consideración. Si el Índice ultravioleta IUV, como medida de la intensidad de las radiaciones solares, puede llevar a su valor 10 en el mes de agosto, en nuestro país en una escala de 1 a 11, en invierno no supera el valor 2 en la mayor parte del territorio español. Pero ante la creencia general de que el sol en invierno no quema, nos puede provocar un grave daño en la piel si no nos protegemos.

 

La Asociación Española Contra el Cáncer AECC señala que, los riesgos que conlleva una exposición solar imprudente en invierno, para la piel y los ojos, suelen pasar desapercibidos para deportistas esquiadores, runners, montañeros, senderistas y otras actividades físicas y para personas que acuden a la playa. Recuerda la OMS que aunque las temperaturas sean realmente frías, las radiaciones ultravioleta siguen presentes y pueden dañar seriamente nuestra piel si no nos protegemos.

 

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