Diabetes y vitamina D: descubre los beneficios de esta vitamina para tratarla
Entendemos por diabetes la enfermedad crónica que se produce cuando el páncreas no consigue producir insulina suficiente, pero también, cuando el organismo de una persona no puede llegar a asimilar y procesa de manera inadecuada la insulina producida. Y dependiendo del nivel de gravedad, existen diabetes de dos tipos: de tipo 1 y de tipo 2.
La diabetes conocida como de tipo 1 es la que se produce por una deficiencia de insulina y por ello es necesario administrar de manera diaria una dosis de esta hormona. Es menos grave pero no por ello menos importante. La de tipo 2, por su parte, se relaciona más con personas que tienen exceso de peso y además no realizan deporte alguno y que, como consecuencia de lo anterior, no pueden utilizar adecuadamente la insulina que el cuerpo produce.
Según recientes estudios médicos, la falta de vitamina D entre la población española es ya una realidad. La diabetes y la vitamina D están muy relacionadas y es que esta vitamina en concreto ayuda a liberar insulina y también actúa como resistencia de la misma, por lo que podría llegar a influir directamente en el desarrollo de la diabetes.
En casos recientes de personas con diabetes tipo 2, se ha observado una mejora considerable, en lo que a su salud se refiere, tras administrarles una dosis de vitamina D. Esto se debe a que se produce un efecto positivo y de mejora en el control glucémico. También han habido buenos resultados con pacientes de diabetes tipo 1.
¿Qué es la insulina?
La hormona de la insulina es la que el páncreas produce para que la glucosa que tienen los alimentos puede pasar de la sangre a las células. Allí es donde se transforma en energía que utilizarán los tejidos y músculos para poder funcionar adecuadamente. Por lo que una persona que padece diabetes no puede llegar a transformar esta insulina en energía y la hormona permanece circulando en la sangre. Esto es peligroso ya que llega a dañar tejidos y produce otras complicaciones graves dentro del organismo.
Vitamina D y diabetes: tratamiento
Como ya comentábamos, la vitamina D tiene una relación directa con la liberación de la hormona de la insulina y también con la resistencia a la misma. Por ello, se está estudiando que la vitamina D pueda llegar a ser una opción en firme para luchar contra esta enfermedad y se puede convertir en un buen tratamiento.
Además, la vitamina D es muy importante para otras muchas cosas, como por ejemplo, para el movimiento de los músculos, para hacer que los mensajes que manda el cerebro lleguen al cuerpo o incluso para que nuestro cuerpo esté preparado para luchar contra distintos virus.
Hay ciertos factores que influyen inevitablemente en los niveles de vitamina D como son la edad, el género, la estación del año en la que estemos, la contaminación e incluso la latitud.
Y, ¿cómo se adquiere la vitamina D? Pues los expertos declaran que principalmente la conseguimos mediante dos procesos. El primero de ellos es nuestra propia piel cuando se expone al sol, para ser más concretos, cuando nos exponemos a los rayos conocidos como ultravioleta. El segundo de los procesos es nuestra alimentación. Muchos alimentos contienen esta vitamina en diferentes cantidades por lo que consumiéndolos estamos aumentando de manera natural nuestro nivel de vitamina D.
Estos alimentos son, sobre todo, de procedencia animal como pueden ser los pescados más grasos, el aceite que se extrae del hígado del pescado, los huevos y los lácteos como leche entera y sus derivados.
La absorción de esta vitamina en nuestro cuerpo nos puede afectar de manera diferente si tenemos en cuenta que cada uno parte con unas necesidades y características genéticas distintas. Así, la vitamina D puede afectar de manera diferente dependiendo de nuestros propios niveles en sangre, diferenciando aquí si la conseguimos mediante la dieta que llevamos, utilizando suplementos o a raíz de una exposición controlada a los rayos del sol. Y para controlar esta exposición podemos utilizar incluso aplicaciones como SunQuiet, muy útiles que controlan el tiempo necesario para conseguir esta vitamina de la manera más natural posible.
Por esto es difícil sacar conclusiones concretas en cuento a la relación que existe entre diabetes y vitamina D. Aunque cada vez más, esta relación se está estrechando.
Lo que si queda muy claro, es que las personas que tienen un déficit considerable de vitamina D son más propensas a padecer enfermedades. Esta deficiencia entre la población española es más común de lo que podemos esperar porque la genética juego aquí un papel importante. El ADN de cada persona tiende a personalizar los niveles de esta vitamina en el organismo para distribuirla de la mejor manera posible, pero no siempre esto es lo que ocurre. Ya que algunas veces la distribución no es la correcta. Por ello, lo mejor siempre es acudir a un médico para que pueda realizarnos un teste genético y así podamos actuar ya sabiendo que los tratamientos están personaliza.